«adonde los mundos regresan, es mi estado». Krishna, en el Bhagavad
Gita
Pagarás niña deseada y distante, pagarás tarde o temprano, en esta
vida o en la que nos viene, o en alguna de las sucesivas, pero pagarás, no
tengas duda. Y morderé tus labios en el primer beso y sentirás que ahí estas
comenzando a pagar, llegará el café y te seguiré besando, aspirando tu perfume,
apretando tus manos, saborearé en tus labios el sabor del café enamorado y oleré
en tu boca el aroma melancólico del tabaco. Anocheciendo devoraré tus cóncavos
suspiros para llevarte dormida en mis brazos a los cobijos con que has soñado
en mi nombre, será una noche de lluvias largas, que es cuando las almas se
convierten en grises pájaros entumidos buscando su propio cobijo en las ramas
desiertas de la nostalgias. Repetiremos una y otra vez las salvajes
reencarnaciones, inevitables y ansiosos, insaciables y felices, dueños del
tiempo y sus repeticiones, romperemos la rígida línea temporal para ser uno
eterno escondidos en un todavía que titila en todos los futuros nuestros. Yo seguiré
cometiendo los mismos errores, evitando el dharma (i) seguiré manifestando
los mismos pecados en mis infinitas encarnaciones para no librarme del samsara
(ii) y seguir reencarnando tantas veces como sea posibles o necesario acurrucado
a tu lado, asumiendo el karma (iii) que me llevará una y otra vez a ti,
porque con tu corazón no me basta, quiero todas tus células y todos tus
suspiros, las mínimas oquedades de tus poros y el imperceptible roce de tus
pestañas, tus pensamientos y tus recuerdos, tu totalidad carnal y tu ser misma
absoluta. Tu me induces a violar la fecha, engrupir el tiempo, adelantarlo,
traspasar su rígido tictac, apurarlo, soñarnos en un sueño real, concreto,
donde nuestros labios de verdad se toquen y yo huela tu perfume y tu sientas
mis brazos rodeándote, me incitas a romper la trama temporal (iv), me incitas a
desobedecer las leyes de la física, me incitas a desear lo que antes de ti me parecía
imposible. De tal manera que he decidido dejar este texto hasta aquí, para
siempre inconcluso..., pero no, sé que no será para siempre, solo hasta que
reencarnemos en los otros que seremos y no nos importe el que dirán y será
lo que soñamos (v), porque seremos esos otros y caminaremos por esas
callecitas como si ese mundo, sin diciembres, fuera nuestro. Entonces, en la
certidumbre de ese porvenir te prometo terminarlo en ese allá, y asumiendo la
teoría de los universos paralelos, lo concluiré de las dos maneras: como si los
besos que me debes los pagarás en esta vida vigente, y como si llegaré a
poseerte en todos y cada uno los porvenires que me has prometido. Y si no, como
ya sabemos, será más temprano que tarde en un café en una esquina de dos calles
cuyo nombre aun desconocemos porque todo sucede en un futuro del aquí y del
ahora, aun que sin fecha fijada y en una ciudad de la que solo conozco su orilla
de río, su música triste y las majestuosas palabras de su ciego inmortal.
(i) Dharma:
acciones hechas para bien.
(ii) Saṃsāra: ciclo
de nacimiento, vida, muerte y encarnación (renacimiento en el budismo).
(iii) Karma: consecuencia
de lo realizado/decidido.
(iv) “Negar la sucesión temporal, negar el
yo, negar el universo astronómico, son desesperaciones aparentes y consuelos
secretos.” Nueva Refutación del Tiempo, en Otras Inquisiciones, J.L.Borges,
1952.
(v) Si Nos Dejan.
José Alfredo Jiménez
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