Y el
silencio de las tumbas se lee en el susurrante del viento invernal que
suele asolar los cementerios de los no soñados en los días fríos. Porque tú te
me vas en medio de la lluvia, te diluyes en las aguas que agreden las rosas
desvanecidas, te me vuelas hacia las goteras de las techumbres, te me escondes
en las agonías de los gorriones ateridos de frío, sin soñarme. Pero estas ahí.
Sé que estas ahí detrás de esa puerta infranqueable, atrapada en un silencio de
altas piedras dormidas, prisionera de tus dulces recatos y de cercano pasado, y
casi escucho tu voz, imagino tu risa, o toco tu pelo, pero sin existir, sin ser
en ti, sin saber si me presientes, sin la magia de tu palabra o el hechizo de
tus imágenes, sin poseer como antes tu rostro amado ni tu cuerpo deseado que
habían socavado las ansias incontenibles de mis días. Te sé y te adivino ahí en
tu otro mundo de continuas rutinas también enjaulada como una paloma herida sin
vuelos ni besos, sin los susurros de mi voz ni mis asedios en los espejos, sin
la plenitud del amor que se vuelve grama y primavera. Estas ahí, lo sé y lo
siento, pero es como si no estuvieras porque ahora andarás por la lluvia sumida
en tus tristezas, reflejada en los charcos y en las gotas que penden cristalinas
de las ultimas hojas de los árboles del otoño naufragado, andarás con tus sueños
humedecidos, con tus semillas dormidas en la vastedad del día lluvioso. Cuando
no te sueño es porque no te encuentro en tu lecho dormida o caminando por ese
parque de siempre o vitrineando por las callecitas esas, vos sabés, olvidando que
soy el que soy, sabiendo que es cosa
que te sueñe y ya te traigo dormida. Te hacés la silenciosa perdida ausente
para negarme tu persistencia de limaduras del hierro que sofocan mis insomnios
e imantan el duelo clavando la aguja en el rumbo equivocado de la noche sin
estrellas donde navego en la calma chicha de tu oleaje omitido por tus recelos
y falsos desengaños, por tus delirios mortuorios, por los retumbos de los
tambores de guerra santa florida, por el suicidio de los pájaros que esperan la
lluvia que hoy no llegó y por los escarabajos que rastrean tus huellas en el
humus del último deshoje de este invierno. Vale.
viernes, 26 de julio de 2013
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una declaracion de amor a ese Amor que no se sabe si es real o fantasia.Hermoso!
ResponderEliminar"Te hacés la silenciosa perdida ausente para negarme tu persistencia"... ¡qué pasó ,che, querido?...jeejejeje...bromas aparte...me encantó...saludos, amigo.
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