En el principio creó los cielos y la tierra. Y
la tierra estaba sin orden y vacía. Había tinieblas sobre la faz del océano, y
el espíritu movía sobre la faz de las aguas. Entonces pensó en la luz, y fue la
luz. Vio que la luz era buena, y separó la luz de las tinieblas. Llamó a la luz
día, y a las tinieblas llamó noche. Y fue su primer día. Entonces pensó en una bóveda
en medio de las aguas, para que separe las aguas de las aguas, e hizo la bóveda,
y separó las aguas que están debajo de la bóveda, de las aguas que están sobre
la Bóveda. Y fue así. Llamó a la bóveda cielos. Y su segundo día. Entonces pensó
en reunir las aguas que están debajo del cielo en un solo lugar, de modo que
aparezca la parte seca. Y fue así. Llamó a la parte seca tierra, y a la reunión
de las aguas llamó mares; y vio que esto era bueno. Después pensó que la tierra
produzca hierba, plantas que den semilla y árboles frutales que den fruto, según
su especie, cuya semilla esté en él, sobre la tierra. Y fue así. La tierra
produjo hierba, plantas que dan semilla según su especie, árboles frutales cuya
semilla está en su fruto, según su especie. Y vio que esto era bueno. Y fue su
tercer día. Entonces pensó en que haya lumbreras en la bóveda del cielo para
distinguir el día de la noche, para servir de señales, para las estaciones y
para los días y los años. Así sirvan de lumbreras para que alumbren la tierra
desde la bóveda del cielo. Y fue así. E hizo las dos grandes lumbreras: la
lumbrera mayor para dominar en el día, y la lumbrera menor para dominar en la
noche. Hizo también las estrellas. Las puso en la bóveda del cielo para
alumbrar sobre la tierra, para dominar en el día y en la noche, y para separar
la luz de las tinieblas. Y vio que esto era bueno. Y fue su cuarto día. Entonces
pensó que produjeran las aguas innumerables seres vivientes, y haya aves que
vuelen sobre la tierra, en la bóveda del cielo. Y creó los grandes animales acuáticos,
todos los seres vivientes que se desplazan y que las aguas produjeron, según su
especie, y toda ave alada según su especie. Vio que esto era bueno y les dijo que
fueran fecundos y se multiplicasen, que llenaran las aguas de los mares; y que
se multiplicasen las aves en la tierra. Y fue su quinto día. Entonces pensó que
la tierra produjera seres vivientes según su especie: ganado, reptiles y
animales de la tierra, según su especie. Y fue así. Hizo los animales de la
tierra según su especie, el ganado según su especie y los reptiles de la tierra
según su especie. Y vio que esto era bueno. Entonces pensó en hacer al hombre a
su imagen, conforme a su semejanza, y tuviera dominio sobre los peces del mar,
las aves del cielo, el ganado, y en toda la tierra, y sobre todo animal que se
desplaza sobre la tierra. Creó, pues, al hombre a su imagen; a su lo creó;
hombre y mujer los creó. Y les dijo que fueran fecundos y se multiplicasen. Que
llenaran la tierra; la sojuzgaran y tuvieran dominio sobre los peces del mar,
las aves del cielo y todos los animales que se desplazan sobre la tierra. Les
dijo además que les daba toda planta que da semilla que está sobre la
superficie de toda la tierra, y todo árbol cuyo fruto lleva semilla; que ellos les
servirían de alimento. Y todo animal de la tierra, toda ave del cielo, y todo
animal que se desplaza sobre la tierra, en que hay vida, toda planta también les
serviría de alimento. Y fue así. Vio todo lo que había hecho, y he aquí que era
muy bueno. Y fue su del sexto Día. Así fueron terminados los cielos y la tierra
y todos sus habitantes. En su séptimo día había terminado la obra que hizo, y reposó
en el séptimo día de toda la obra que había hecho. Por eso bendijo y santificó
el séptimo día, porque en él reposó de toda su obra de creación que había
hecho. Y ese fue su último día (i). Lo demás ya es historia.
(i) Génesis, Capitulo I,
Versículo 1 a Capitulo II,
Versículo 4. Fragmento muy editado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario