Quiero borrar
las huellas vestigios sombras de aquellos fantasmas invencibles que en algún
momento poblaron tu días, invadieron tus rincones, tocaron la rosa encarnada y
libaron su perfume y su esencia, quiero descubrir quien eres cuando vives lejos
de mí y cuando me sueñas cerca de ti, quiero inundar tu alma de extrañas
sensaciones, anegarla con la plena vigencia de mis deseos por tu cuerpo, quiero
que sientas mis intimas vibraciones como un estremecimiento y un escalofríos
que te desolla y devora y quema hasta la total incineración, quiero saber más
que creer que me deseas, y que esos deseos se reflejan en tus ojos como altas fogatas
en la noche sin luna, quiero sentir tu atávico poder sobre mí, tu imperio
tutelar sobre mi sangre, hundirme sin salvación en tu inquietante embrujo y
salvaje inspiración, quiero vivir en el asombro de este encuentro de azar y
sino, quiero estremecerme ante la evidencia de un oscuro sueño que se cumple a
pesar de su odiosa imposibilidad, quiero oler tu perfume de hembra que me
provoca con la misma inquietud de cuando vivía buscándote en otros rostros y
otros cuerpos, quiero acariciar tu pelo, tu rostro encendido, recorrer el borde
de tus labios entreabiertos dibujándolos para siempre en mi memoria, quiero
tocar con reverente ansiedad tus pechos plenos antes de deslizar con suavidad
mi mano por tus piernas en una lenta e vehemente ceremonia hasta estremecer y
romper el muro de tu pudor bajo el primer resplandor lunar, quiero socavar los
fundamentos de tu recato y tus miedos, de tu soberbia de reina distante y de tu
vergüenza de virgen intocada, quiero contaminar tu linaje de purísima vestal
del templo con mi asedio de deshonesto fauno del bosque, quiero arrastrarte al
delirio, a la locura y a la embriaguez para que te pierdas en el mismo
desconcierto en el que deambulo extraviado sin saber por donde va tu rumbo,
quiero ir palpando con la sutileza de un arácnido invocante tu piel
encristalada en su contorno de hembra expandida sobre el lecho, quiero percibir
la ansiosa aceleración de tus latidos cuando alcanzo a rozar tu desasosiego y
te asomas al abismo del goce con el vértigo del deseo espasmo. Pero no quiero
compartirte con quien esté allí ahora más cerca de ti que yo, aunque solo sea
en cercanía de distancia porque nadie mas cerca de ti en ternura y deseo que
este linyera que te mira y mira desde la vereda de enfrente.
domingo, 21 de octubre de 2012
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Tierno, sediento,añorante,intimo al extremo.Bellisimas letras Señor Banda
ResponderEliminarHilda Breer