En ese tu lecho (nuestro),
acogedor y enternecido con sus mullidos cojines y su hermoso cobertor irá
floreciendo nuestro Amar en esta nueva primavera, ahí tu boca me llenará de
besos y mis manos acariciarán la cascada de tu largo pelo negro, allí nos uniremos
en un abrazo eterno de ternuras, de soledades compartidas, de nuestras
búsquedas de cariños que al fin encontraron lo perdido, de los sueños
construido entre tú y yo en todos estos años en que mis labios te besaron en la
distancia humedeciendo lo tuyos como un roció que venía de lejos a consumar la
cercanía, el encuentro, la pasión y el Amar que me enseñaste con tus mimos de
amada amante, sobre ese lecho te susurraré todos los versos que te debo, las
palabras que se perdieron en el trafago de los días, los meses y los años, y
que te buscaban como mariposas extraviadas para ir a posarse en tus sabanas
mientras dormías soñando que venían mariposas a decirte cuanto te amo, en ese
nido mullido y tibio sentirás mi cuerpo cercano buscando el tuyo para iniciar
los ritos del Amar, las ceremonias nocturnas de unirnos en una comunión tan
intensa de seremos una sola piel, en una consumación tan íntima que nos
perderemos del mundo naufragando en el dulce perfume de la grandes flores de
ese hermoso edredón. Por ese ventanal que da a la luz del día entraré cada
noche sigiloso, alado y sutil, a besarte mientras duermes soñando con la grama
de tu tierra natal, con tus caballos y tus alegría de niña, me deslizaré junto
con la luz de la luna para ir a tocar tu amada piel iluminada de tierna
doncella misteriosa, beberé de la nocturna vertiente de tu pelo las aguas
secretas del paraíso, me hundiré embelesado en el aroma de tu cuerpo dormido
como un niño abandonado, atravesando ese vidrio transparente de tu ventana
vendré en la madrugadas de lluvia a traerte el calor del Amar, el olor a tierra
húmeda, las gotas cristalinas que caen de los árboles de aquel bosque encantado
por tu voz, el viento que recorre los territorios sagrados donde habitas cuando
duermes, cuando te sueño, cuando te pienso, y atrapado en esa luz de la
madrugada me quedare esperando que despiertes, que vuelvas al día y tus rutinas
para mirarte los ojos encandilados y tu cabello revuelto, y así, aun
semidormida robarte los besos que tu boca siempre me debe. Vale.
jueves, 28 de febrero de 2013
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Me parece de una belleza tan inocente, tan fresca,tan leal.....es un despertar sin nieve,,,,solo rayos de luz que atraviesan esas pequeñas ventanas de la torre donde la inocencia aguardará las palabras que siempre soñó.
ResponderEliminarqueridisimo amigo, no se si te llego la noticia de que cerrare La Virgen del Lupanar. Los motivos son variados pero sobre todo deseo dedicar mas tiempo a otras actividades que me he propuesto y terminar con mis memorias ,que por tanto material no se como seleccionarlo.. Este tu hermoso blog sigue su camino independiente de la Virgen Madre como muchas veces se me denominó. Agradezco tus aportes a traves de estos años ,tu arte literario barroco que muchos sin suerte tratan de imitar, y te deseo toda la felicidad del mundo tanto privada como artistica. Un gran abrazo. Hilda Breer.
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