jueves, 5 de julio de 2012

VACÍO

Un infinito espacio vacío se mece dulcemente en el vacío absoluto, sin estrellas ni dioses, inconmensurable pero vacío, silencioso, oscuro, pero majestuoso en la vacuidad de su abarcamiento del todo inexistente. No le afligen las ingenuas cosmogonías que soportaron civilizaciones, holocaustos y vistosas religiones. Esa mítica pretenciosa que explicaba infantiles orígenes a partir de un bien y un mal más humano que las lentejas, y de la preexistencia de un caos originario que deviene en ordenado agrupamiento, lánguido o súbito, siempre simbólico, con uno o varios dioses patéticos en su soledad acuciante y tristemente antropomorfos. Ni las astronomías, con sus planetas y satélites, cometas y meteoroides, las estrellas y la no creíble materia interestelar, los sistemas de estrellas, gas y polvo, galaxias y cúmulos de galaxias, pudieron acercarse al portulano de su náutica misteriosa e inexpugnable. O las antiguas cosmologías de circo, estudiando el vacío incomprensible, construyendo teorías sobre su origen encantado, su evolución consentida y su estructura recóndita. Meras miserias de un carnaval universal. Tampoco la sofisticada astrofísica, fútil invento para medir lo que no se tocaba, ni la astrología siempre al borde del ridículo en la torpeza de enlazar brillantes e imponentes estrellas con pequeñas vidas paupérrimas, dolorosas desdichas y momentáneas alegrías. Para llenar esos vacíos se inventaron piones y muones, azules y resplandecientes, quarks y leptones de todos los matices posibles del amarillo, electrones y neutrinos, grises como el grafito, fermiones de intensos rojos, leptones verdiazules, bosones gauge de un marrón repugnante, y el subrepticio bosón de Higgs, esa grotesca "partícula de Dios", de iridiscente blanco metálico. Se fingió la existencia arbitraria de quark arriba y quark abajo, quark extraño y quark encantado, quark fondo y quark cima, y un extraño quark Top solitario, todos con sus correspondientes antiquarks. Partículas poéticas no obstante inverosímiles. Y hubo un muon y un neutrino muónico y otro tauónico, jeroglíficos sin sentido que enterraría el tiempo bajo sus arenas inevitables. Y como toda obra humana esta fanfarria variopinta tiene su inútil pirámide milenaria en lo que fue la frontera franco-suiza, las ruinas subterráneas del Gran Colisionador de Hadrones del supuesto Conseil Européen pour la Recherche Nucléaire. Manifestación concreta de una búsqueda sin fin. Quizá los siglos confirmen la sentencia de Carlyle: "Toda obra humana es deleznable, pero la ejecución de esta obra es importante". Han sucedido las vigilias de incontables eones y un infinito espacio esencialmente vacío se mece dulcemente en el vacío, sin estrellas ni dioses, sobretodo sin dioses.

1 comentario:

  1. incluido los " teilchen" particulas invisibles...invisibles como los sentimientos pero existen tambien.

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