domingo, 16 de diciembre de 2012

ALLÁ POR LOS SUEÑOS

Nos encontramos como siempre sucede en nuestros sueños, tu caminabas por un parque, por el rumor de hojas secas creo que era otoño, yo estaba sentado en el escaño más alejado del tráfico de las calles tumultuosas leyendo "Sucesivas y Coordenadas" de Lezama Lima, esperando a que vinieras. Nos besamos tiernamente, como adolescentes, y te sentaste a mi lado, nuestros ojos siguieron besándose un largo rato mientras nuestras manos conjugaban un tímido trabalenguas de cariños y ternuras, entonces te pregunté que te había parecido mi voz en el sueño de la noche anterior leyendo un fragmento de mi última prosa barroca, extrañada me dijiste que no, que era el poema que yo te habia escrito días atrás, insistí con dulzura en que era uno de mis precarios textos neobarrocos, lo negaste con ímpetu de soberana, como vi que ya te ibas a fastidiar por mi insistencia, te propuse que despertaras y escucharas bien mi voz cavando hasta tus instintos en tu oído, así fue que te fuiste a la vigilia y yo me quedé como suspendido esperando tu vuelta, que no llegó porque parece que entraste en otro sueño, sin mí, te esperé casi hasta la madrugada, entumecido, porque comenzó a caer una garúa de esas que solo se ven en los tangos, y antes que asomara el sol allá por lo de tu barrio me vine pensándote con la esperanza de volver a encontrarte, quizá extraviada buscando el parque del otoño, en mi sueño, y no fue así, hasta ahora en la mañana que me dices implícitamente que estabas equivocada. Mirá que en los sueños somos los mismos, solo que más etéreos, como ángeles de cristal o de ópalo,  pero con las mismas virtudes, los mismos defectos, la misma ansiedad del uno por el otro, las mismas pasiones que nos desbordan, celos, furias, desconsideraciones, errores, torpezas, burdos acechos, míseros orgullos, solo que en los sueños sabemos que son todas esas virtudes y defectos los que nos unen tan fuertemente, que nos hacen indisolubles en esta relación de continua e intensa interdependencia, esta relación esquizoide, bipolar, ambivalente, sicótica, pero maravillosa en su esencia de amor/deseo. Ahora aquí presagian lluvias para el atardecer, está nublado y gris, corre un viento como invernal, el día está como oscuro, espero que a la noche nos encontremos en el sueño aunque llueva, como de costumbre, quizás me veas con un paraguas y por eso te aviso. Yo casi siempre te encuentro con una blusa o un vestido de pequeños arabescos blanco y negro, fumando, con varias pulseras y anillos, muy seria hasta que tu mirada me encuentra, solo entonces sonríes. Eso.

2 comentarios:

  1. la misma ansiedad del uno por el otro..........................a veces suceden esas dolientes felicidades

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  2. Me gustó este neobarroco. Gracias por sus letras tan exquisitas.

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