viernes, 25 de enero de 2013

MINUCIAS DE LA VISPERA

Se viene la tarde del ultimo día, acecha ya la noche feroz con su madrugada de cadalso, pronta espera la primera mañana de silencio incomprensible, se me va a perder tu voz palabra, tus furias que ahora asustado ante la inminencia me parecen dulzuras que no alcancé a entender, desaparecerán las rosas impúdicas entre la venenosa hiedra de tu ausencia, todo tornará en un oscuro, en un largo túnel de noventa días con sus noches. Desde el borde mismo de la noche, de su orilla atrapada en su oscuridad viniente, te voy rumiando carne uñas pelo, te voy sacralizando en mármoles inseguros, en bronces antiguos, en cristales de cuarzos inauditos, para no perder tu imagen como se pierden los rubores del atardecer, tu silueta contra el rió de los camalotes, tu presencia en los sueños del parque donde nos soñamos o en las callecitas, viste, donde te me perdías dejándome en un breve infierno quincenal. Ha comenzado la noche, como si supiera del drama que viene está nublada y allá en la cordillera que da para tu vertiente llueve. Sé perfectamente que no podré cruzar el tormentoso mar de estos noventa días con sus noches sin vos como un faro en la oscuridad del sin ti, pensando que no te importa, no te importo, que te da lo mismo si existo o no existo, saberme o no saberme, que si nos soñamos o no, que si nos morimos de besos o no, que si seguimos soñando un día tocarnos o no, porque has de saber que a mí no me da lo mismo si no puedo respirarte cada día en mi mañana o acariciarte cada noche en tu insomnio. Sé perfectamente que vendrán otras voces fantasmales con sus trampas de deleites y sus cantos de embelesos que desviaran mis rumbos caóticos hasta hacerme naufragar, otra vez, con los mismos roqueríos de este mismo desengaño nada más que para cumplir tus presagios encelados, así será, aunque en esta hora ultima te confieso que solo querría seguir como antes esperando tu migajas como un linyera acurrucado en tu puerta casi muerto de tu frío, hambriento siempre de vos, con esta sed viva de macho edípico abrumado por la ternura perdida de tus pechos y la nostalgia sangrando por tu entera piel intocable imposible insoñable, ahora. Pero ya es tarde, demasiado tarde, solo nos queda irnos a desaparecer en el silencio del otro por esos noventa días con sus noches que se nos vienen hasta por ahí por fines del lejano abril de las lluvias. Vos decidiste, yo no pude. Eso.

1 comentario:

  1. que oscuridades rondan tus sueños , dejate arrastrar por lo desconocido, jamas sabras la verdad de esa sombra que cres que te persigue.... no sueñes,abre los ojos.

    ResponderEliminar