viernes, 5 de julio de 2013

EL SIGNO



In hoc signo vinces.

La Semiología o Semiótica es la disciplina que aborda la interpretación y producción del sentido. Esto significa que estudia fenómenos significantes, objetos de sentidos, sistemas de significación, lenguajes, discursos y los procesos a ellos asociados: la producción e interpretación. Toda producción e interpretación del sentido constituye una práctica significante, un proceso de semiosis que se vehiculiza mediante signos y se materializa en textos. La semiótica también puede definirse como la ciencia que estudia los sistemas de comunicación dentro de las sociedades humanas. La peculiaridad del enfoque semiótico responde al siguiente interrogante: "¿Por qué y cómo en una determinada sociedad algo; una imagen, un conjunto de palabras, un gesto, un objeto, un comportamiento, etc., significa?". La semiósfera, o biosfera semiótica, es el mundo de los signos en el que todos los humanos viven e interactúan. Los signos son representaciones que conforman un espacio delimitado con respecto del espacio que lo rodea, que sería el espacio extrasemiótico. Estos ámbitos se encuentran divididos por una frontera de puntos que pertenecen a ambos espacios, la cual actúa como filtro y como traductor. Esta traducción se articula dando sentido a la realidad extrasemiótica, es decir, otorgando sentido dentro de alguno de los sistemas semióticos. La semiosfera funciona como un espacio de contención ante la violencia del mundo, el cual es formado por códigos. En este sentido, la semiósfera es el espacio semiótico fuera del cual es imposible la existencia misma de la semiótica. El concepto general de la semiósfera remite a la idea de que el espacio de la semiosis no es homogéneo, ya que existen esferas únicas de sentido, así como “semiósferas particulares”, que serían los espacios individuales o pertenecientes a distintos grupos sociales e históricos. Dada la heterogeneidad de la semiósfera, como un conjunto de distintas manifestaciones semiósicas, el mecanismo de traducción adquiere una relevancia especial, ya que toda relación comunicativa es una relación de traducción. Aunque los diversos sistemas semióticos no aparecen definidos de forma inequívoca, el concepto de cultura, ligado indisolublemente al de semiosis, actúa como un estructurador. Los puntos de la frontera de la semiósfera pueden ser equiparados a los receptores sensoriales que traducen los irritantes externos al lenguaje de nuestro sistema nervioso, o a los bloques de traducción que adaptan a una determinada esfera semiótica del mundo exterior a ella. Esta idea se centra en dos puntos: la idea de que hay un mundo que se habita y la noción de que los mecanismos de traducción y filtro integran lo extrasemiótico en lo semiótico, lo cual deriva en una concepción del intercambio comunicativo como un proceso de recodificación. También plantea que la semiosis sólo puede ser un producto de la conducta de un organismo en un determinado ambiente. Es el organismo el que crea el signo que se convierte en una parte constitutiva de la semiósfera, y esto no constituye una adaptación al ambiente, sino que es un acto de continua creación del mismísimo ambiente. Tanto así.

Nota del editor.- Este es un mero ejercicio de confusionismo, editado de Wikipedia sin agregar ni una sola palabra, excepto las dos ultimas.

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