sábado, 17 de agosto de 2013

BURILACIONES



“La vida siempre se está viviendo en tres dimensiones; en la memoria, en la realidad y en la imaginación”.
Summa Atica, CLXIII. Varelio.

Esa tarde inventamos el río, fue como un avenimiento centrado en la necesidad, la sed nos tenía hinchadas las lenguas y ya los cóndores nos sobrevolaban presintiendo que pronto íbamos a ser cadáveres de carnes resecas dispuestos sin tajar en su mesa soberana. Sobre otra mesa vimos aquellos objetos que la memoria se niega a perder, con sus registros entintados por las siemprevivas de los mejores recuerdos. El pomo de cierta puerta en cierta casa en cierta calle que ya no existe, una moneda antigua con los números del año carcomidos por el óxido, el vaso azul que nadie usaba porque todo lo que se bebiera en el tomaba el sabor a limón del toronjil (i) y olía a persistente benjuí que después contaminaba los sueños, una llave que nunca tuvo cerradura que la justificara o explicara su constante aparición en los sitios más inverosímiles de la casa, las tenazas con que se removían las brasa del brasero mientras allá afuera la noche y la lluvia asolaban las horas con su monótono murmullo. El tarro de hojalata de la madre con botones de todos colores y tamaños con que jugábamos niños en los días lluviosos en que no se podía salir a jugar al patio con pozas o al jardín enlluviado. La colección de estampillas del padre ordenadas por país en sobres blancos distintos a todos los sobres vistos hasta ahora con su letra inolvidable en tinta china negra. Una misteriosa y aherrumbrada medalla de cobre conmemorativa de las batallas de Placilla y Concón, de la Guerra Civil de mil ochocientos noventa y uno, que se encontró semienterrada en el patio al lado del ciruelo y que después desapareció como si hubiera vuelto a su eterno extravío. El color preciso e irrecuperable de las dalias del jardín materno que no era el magenta si no más bien un púrpura lejano de olvido insoportable. Un conejito de hule, de chaqué, con sombrero de copa y un ramo de flores con el que jugaban las hermanas y que se perdió como todas las cosas que pierden vigencia con el tiempo y que cuarenta años después se volvió a ver tirado en el barro del aluvión que asoló el norte minero por la lluvia de las últimas horas del día diecisiete de Junio de mil novecientos noventa y uno, y primeras horas del siguiente. Como hace la flor cuando se engaña y asume la víspera en pleno plenilunio, así se reviven esas cosas, y lo sabíamos muy bien cuando inventamos asustados el río para que no nos comieran como tasajo los cóndores.


(i) Toronjil, melisa, citronela u hoja de limón (Melissa officinalis), Es una planta de poder que induce un sentimiento de realidad en los sueños, con lo que estos se vuelven más intensos, más vívidos y más surrealistas. Todas esas características pueden llevar a desarrollar un sueño lúcido y tomar conciencia de que estás soñando mientras se sueña y así tomar tus propias decisiones dentro de él. No se desarrollan sueños lúcidos cada vez que se ingiere la infusión antes de dormir, pero es más probable que ocurra.
Wikipedia.

2 comentarios:

  1. cada objeto que hemos usado toda la vida iene grandes historias para relatar.Hasta ropa muy usada pero que no no queremos separar de ella.Es el ser humano realmente un animal de costumbres?

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