viernes, 12 de noviembre de 2010

DEVELACIONES

Habito en el desencanto, en la etérea sensación de una muerte inminente, en las nostalgias de una infancia de insectos y flores, en las melancolías de desiertos inhóspitos, de mares con sus oleajes y sus mareas, en la quietud de los cementerios donde duermen esperándonos los que amamos, en la lluvia, las lluvias en las calles de noche iluminadas y solitarias, en los rincones de días grises, habituado a esconderme viajo sin salvoconducto para atravesar las tristezas. Deambulo, vago, recapitulo atardeceres, noches de plenilunio, primaveras en cierto ciruelo en cierto patio. Despliego incertidumbres, entierro certezas. Navego en un piélago de horizontes imposibles, lejano de vórtices, ausente y desolado, habitado de mujeres, diosas, madres, doncellas, de hembras insobornables, meretrices o vestales, harpías, sacerdotisas y vírgenes penitentes. Deambulo, vago, rescato memorias de puertos, noctilucas, varazones, naufragios, escolleras, de oxidados barcos de cabotaje cuya herrumbre trae a su vez los ocres de otoños desperdigados en los entresijos de perdiciones y serenas cobardías. Habito el desasosiego, la ceniza y el silencio abrumador del desengaño, deambulo, vago, camino por el borde afilado o la esquina ciega de un rito de abandonos. Desgarros, cacerías, artes de alta cetrería, engaños. Los cristales de la duda y los tenebrosos poliedros del deseo. Transito en un laberinto de continuas bifurcaciones, túnel o caverna, adormecido en la modorra, el letargo, el sopor de un observador insensible y lejano. Deambulo en tiempo de siega y cosecha entre sembradíos y potreros, vago segando espigas o hierbas con la hoz o la guadaña, cosecho semillas o bayas, arranco cortezas o raíces, jardinero abandonado. Derivo sumergido en un cenote amniótico, tibio, materno, acogedor. Merodeo somnolencias, frontispicios de basílicas vacías, plintos sin estatuas y estandartes vencidos. Deambulo, vago, presumo de pagano, fariseo, apostata, de ateo o sacrílego. Divago en el duermevela y las alucinaciones del opio de misteriosas amapolas. Atravieso los mármoles y las obsidianas. Deambulo, vago, exorcizo pretextos, acumulo brevarios de tapas nacaradas y rosarios de cristal de roca. Destuerzo cordajes y rompo aparejos de una nao fantasma siempre al pairo o encallada. Deambulo, vago, recorro albas sosegadas, inertes, saciadas, vísperas y ayeres, sagrarios sin rostros ni voces ni sombras. Acecho al azar el embrujo de doncellas maduras, castas y cloróticas, sobretodo imposibles, de manos largas y cabello azabache. Deambulo, vago, recapitulo, despliego, entierro, navego, rescato, transito, derivo, merodeo, presumo, divago, atravieso, exorcizo, acumulo, destuerzo, rompo, recorro, acecho. Habito archipiélagos, filigranas, engarces, antiguas madreperlas.

Fotografía: Llega el invierno Nº 3, Hilda Breer, 2010.

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