miércoles, 13 de junio de 2012

HOY QUE LLUEVE

Llueve. Contra todos mis desapegos busco tus ojos entre los rosales ateridos de lluvia del jardín. Contra todos mis fervientes desapegos busco y rebusco tus ojos pensativos entre los rosales ateridos de lluvia del jardín. Escondido en tu chal miro llover por la ventana, abrumado de mí mismo, de mi estirpe de lombriz aciaga y lobo incesante, llueve, cavilo en las profundidades del sentido del hoy sin hallar la salida, túnel ciego, caverna, laberinto incrustado en los arrabales del día que se llueve con todas las nostalgias posibles. Ya no sé donde andarás ahora que te busco para hundirme en tus verdes y se me viene la lluvia con tu perfume desparecido, sin tus manos estilando el agua virgen o tus pies desatando los charcos, se me viene como de noche siempre noche, arrinconándome en los zaguanes y los rincones oscuros de los parques donde no llega el rumor calmo del río del pacú y el manguruyú, de las larvas del sábalo o de los surubíes escurriendo silenciosos por el lecho fluvial bajo los camalotes que van llevando sus verdes florecidos hasta el delta que irrumpe en el mar de los descubridores. Y te intuí reina distante porque la lluvia tiene es sabor salado de las antiguas vertientes de la melancolía y la tristeza, y el ruido monótono de tu alma que se fragmenta en pedacitos irreconocibles. Llueve en ti desde las lejanías donde te extraviaste sin rastros por lo tortuosos senderos que no iban a ninguna parte sino solo te alejaban en las honduras de tu destino de niña inconsumada. Sigue la lluvia sumando, acumulando, trayendo nostalgias, de niño feliz mirando el jardín de mi madre, de adolescente solitario caminando las calles de lluvia nocturna con todas las luces reflejadas en el asfalto y el sordo trepidar en el paraguas, de su ausencia entrañable en el reseco norte minero durante los años del exilio del oro, y de ayer mismo cuando te buscaba entre los rosales entumecidos de lluvia del jardín del ahora. Por tus ojos anduve y anduve entre charcos y barriales, exploré selvas y desiertos, acantilados y playas, breves jardines y amplias llanuras, sabanas y tundras, vague costeando islas y archipiélagos, me hundí en socavones y cenotes, agoté los mapas y sus contenidos territorios, siempre bajo lluvia buscando tus ojos. Cabalga la noche entrante un oscuro jinete desconsolado. Un caballo azul atraviesa al galope por la lluvia con sus cascos de hierro brillantes de lluvias antiguas y remotas. Llueve, pero siempre llueve sin ti.


2 comentarios:

  1. llueve aqui, llueve allá.....llueve en las almas perdidas en las sabanas,soldados tristes, curas desconcertados,lluvia para chapotear la niña sola,lluvia que lava el alma acongojada....lluvia que limpia los cristales de las ventanas para que los amantes puedan acariciarse con los ojos.....Lluvia,tus latigazos impiden olvidarte....Lluvia.Verde.Praderas donde el amor retoza.

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  2. Amo la lluvia ,aunque me hace más triste,amo la vida aunque quiero que sea corta .no sé lo que deseo ,pero extraño lo que no tengo.

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