domingo, 27 de marzo de 2011

ALBA EN CAMPO DE TRIGO

El alba acontecía con su transparencia húmeda y brumosa sobre y a través de los dormidos campos espigados. Transparencia perseguida por los diminutos soles reflejados en la miríada de gotitas de rocío. Porque todos los soles se venían persiguiendo en un celeste opaco y entre unas franjas bufonescas de pálidos amarillos, suaves anaranjados, carcomidas de algodones y briznas de lino. Las verdes espadas del trigo amanecían carcomidas por voraces orugas trajeadas de rojo y negro, innumerables, mimetizadas en sus colores con el terror a la ponzoña de los pájaros hambrientos que huían de la noche. Destrozadas mariposas cubrían los surcos arrastradas por el agua parda de los innumerables ríos paralelos que ya plateaban por el reflejo del alba acontecida. El trigal con su denso amarillo blanqueado repetía la brisa en el sinuoso oleaje que lo estremecía, todo turbulencia u hosca sensualidad vegetal atrapada en el marasmo de los surcos y el agua café por las densidad de sus arcillas. Tábanos, como los cuervos del trigal de aquel loco iluminado, vagaban en tontos vuelos inútiles, esperando los imposibles bueyes del arado entre el tumulto de espigas de oro maduro. Aves escondidas en el rumor de las malezas piaban un canto bullanguero iluminado por un sol soberbio y ya establecido sobre la brillante corona del día. Y bajo ese sol todo irá sucediendo, espigas, granos, harina y pan, antes, la siega, las yeguadas de la trilla mas allá del borde arisco del otoño, en medio del invierno, los campesinos, hoz y gavilla, el campo reluciente por el oro acicular y caótico de la paja tendida y secándose para ir a ser fardo paralelepípedo o dormir oculta en la parva, el pajar, almiar, cija o henil, pervirtiendo el invierno sin la hambruna del ganado. El alba aconteció en los campos espigados, perseguida por los soles reflejados en las gotas de rocío bajo un celeste opaco atravesado por pálidos amarillos y tenues anaranjados entre albos algodones y briznas de lino, mientras el verde del trigo era devorado por orugas rojinegras, terror de los pájaros hambrientos que se vinieron fugados de la noche, abajo, flotaron mariposas quebradas en los surcos inundados del agua parda de los ríos paralelos plateados por el alba acontecida. El trigal en su color de oros muertos repitió la brisa en las ondas sinuosas que lo ultrajaron, turbulencia y vegetal sensualidad contenida en los surcos y el agua y sus arcillas. Tábanos vagaron en vuelos infructuosos, esperando los bueyes de un arado imposible. Aves entre las malezas cantaron iluminadas por un sol que coronó el día, y bajo el cual todo fue sucediendo, espigas, siega, trilla, granos, harina y pan, campesinos, hoz y gavilla, y la paja tendida, secándose para ser fardo o habitar en la parva, pajar, almiar, cija o henil, evitando la hambruna invernal del ganado. Alba en los campos espigados, soles reflejados en el rocío, arriba un celeste, amarillos y anaranjados penetrados por algodones y lino, el trigo devorado por orugas, pájaros escabullidos de la noche, mariposas rotas en el agua plateada de los surcos, el trigal repitiendo la brisa en sus sinuosidades turbulentas y sensuales inclusa en los surcos y el agua arcillosa, tábanos en vuelo esperando los bueyes del arado, aves cantando bajo el sol de aquel día, y todo sucediendo, espigas, siega, trilla, granos, harina y pan, campesinos, hoz y gavilla, y la paja secándose, a la espera de ser fardo o mero forraje en la parva, pajar, almiar, cija o henil, sin la hambruna del ganado. El grano fecundo ya duerme en el granero. Alba, campos espigados, soles en el rocío, celeste, amarillos y anaranjados, algodones y lino, trigo, orugas, pájaros, mariposas rotas, agua parda plateada en los surcos, el trigal y la brisa ondeándolo, turbulencias y sensualidades, arcillas, tábanos esperando bueyes, aves bajo el sol del día, todo sucediendo en espigas, siega, trilla, granos, harina y pan, campesinos, hoz y gavilla, heno secándose, fardos, forraje, parva o pajar o henil, ganado. El grano durmiendo el alba en el granero. Alba, campos, soles y rocío, colores amanecidos, nubes, trigo, orugas, pájaros, mariposas, agua parda y plateada, surcos, trigal y brisa, turbulencia y sensualidad, arcillas, tábanos, bueyes y aves, el sol del día, todo sucediendo entre las espigas y el pan, campesinos, heno, fardos, forraje, parva, ganado. El grano en el granero. Alba, campos, sol, rocío, colores, trigo, orugas, pájaros, mariposas, agua y surcos, brisa, tábanos y aves, todo sucede, espigas y pan, campesinos, fardos, parva, granero. Alba, campos, colores, trigo, pájaros, agua, surcos, tábanos, suceden espigas y pan, fardos y granero. Alba, surcos, pan, fardos. Alba acontecida. El alba.

Nota del autor.- Este texto es esencialmente un ejercicio de literatura, surrealista y neobarroca, experimental. Comencé a escribirlo bajo en concepto de fractalidad textual, buscando un texto fractal (i). Pero a mitad de la escritura convergí con el conocido “Campo de trigo con cuervos” (ii), y a partir de ahí se me fue confundiendo lo fractal con la divina locura de Van Gogh, con la turbulencia visual de aquel cuadro, y terminé escribiendo en medio de un torbellino de imágenes que se deformaban simplificandose y de oscuras repeticiones sicoticas, buscando escapar del texto por un vortice donde convergieran lo fractal, lo barroco, el caos, y las intensidades de la epilepsia, el alcoholismo y la esquizofrenia de Vincent, es decir, la soledad y la melancolia de aquel genio.

F.S.R.Banda, mismo

(i) Un fractal es un objeto semigeométrico cuya estructura básica, fragmentada o irregular, se repite a diferentes escalas.

(ii) Campo de trigo con cuervos, Vincent Van Gogh (Julio de 1890). Pintura al óleo, 50 x 100 cm. Museo Van Gogh, Ámsterdam.

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