lunes, 4 de abril de 2011

ALLA, NO AQUÍ

“Bajo las matas

En los pajonales

Sobre los puentes

En los canales

Hay Cadáveres”

Cadáveres. Néstor Perlongher, 1981, publicado en 1984.


Es allá donde suceden las cosas, no aquí, es en los callejones, en los tugurios, en las oscuras piezas de los hoteles parejeros, en las boticas y las mercerías, en siniestros humilladeros, en las grandes avenidas, en las sastrerías como las del subterráneo del cine Metro hace tantos años, en las galerías antropófagas de boutiques luminosas y librerías de ciegos, no aquí, en este bosque de diez por cuarenta con un palto y un acacio secos de viejos, una palmera tan antigua como las piedras, y todos esos pájaros itinerantes, chercanes, gorriones, zorzales, y un estanque muerto sin peces anaranjados ni gambusias plateadas, y un cañaveral circunscrito a un paso por lado, tórtolas, picaflor, palomas arriba, lejanas y serias, y una rana de bronce y dos leones de yeso. Es allá, en los venusterios improvisados, en los prostíbulos clandestinos, en las terrazas caribeñas frente a un mar tibio donde fondeaban los galeones de filibusteros y los altos veleros con sus cargamentos de esclavos, allá, no aquí donde las abejas en remolino beben agua fresca en los criaderos de caracoles dulceacuícolas, y vuelan cotorras argentinas; verde pálido, brillante y azulado, azul, gris claro, tiuques; café canela, café claro, café oscuro, y palomas; gris claro, gris oscuro, negro, blanco, verde y púrpura iridiscentes, y hay comederos de aves y pasionarias en los muros de ladrillo y nueve variedades de geranios en maceteros ordenados por color e intensidad. Es allá, en la noche de bullanga, en las sombras de los parques con matorrales, faroles quebrados y estatuas voyeristas, en los burdeles con soles de neón y delgadas meretrices de ojos grandes y manos largas, en los arrabales, en los barrios marginales, en las esquinas donde la espuma se tiñe de cielo estrellado y se escriben besos con el carmín barato embebido de perfumes dulzones, densos e instantáneos que se quedan reverberando hasta la madrugada de allá, no de aquí donde hay esencias de violetas a ras de suelo y de jazmín volando entre las ramas, y hay semillas dormidas y flores escanciadas, y una tregua de arañas en una batalla de insectos. Allá, que no aquí, donde las caravanas sedientas abrevan en las copas con licores azules o verdes con sombrillas multicolores, donde las tinieblas son volutas de humo de tabaco rubio, y hay maromas de proxenetas y mimos con largas uñas pintadas de granate intenso, en ese allá, no en este aquí con los jirones de los eucaliptos esperando el viento sur para navegar de mentira en el océano de verdes vegetales y cantitos de chincol. Allá es donde confluyen y se enturbian todas las aguas, no aquí donde solo el tiempo sucede y escurre lento como un arroyito que se infiltra y se seca cuando la tarde se va destrozando contra el furioso arrebol. Vale.

3 comentarios:

  1. Es cierto. Se piensa siempre que es allá.Pero jamas han estado tan unidos esos mundos..ángeles y demonios,Vírgenes y Rameras,inocencia y perversión,tristeza y alegría infantil,una mentira: te odio!
    una verdad: te amo
    El tiempo es solo una fantasia.

    H.reer

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  2. Hola como haz estado .Soledad

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  3. Te leí
    en escribe ya hace mucho no miraba ahí,sigues siendo un maestro ,yo ya no esa tontita ingenua ya no tengo 33 jeje un beso .candyblanca2009@live.com

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